crepe-dulce-de-nutella-1024x682

Un poco de historia de la gastronomía bretona, un poco de Le p’ty mon

La calidad de los ingredientes de la Bretaña francesa hace de su gastronomía, una cocina simple y de sabores naturales.

Las Crêpes (crepes) son una especialidad regional y hay de dos tipos: la crêpe dulce hecha con azúcar, miel, jamón, mermelada o combinaciones; y la sabrosa variedad del sarrasin, hecha de harina de alforfón y servida con huevos, queso, panceta o una combinación de varios de éstos.

Crepe dulce de nutella.

Y para acompañar las crepes nada mejor que la sidra y el vino. El popular vino, Muscadet, viene de la punta extrema sur de Bretaña, cerca de Nantes.

Otra protagonista de la cocina bretona es la galette, que se prepara en base a harina de trigo sarraceno (trigo negro).

En cuanto a la crêpe, la masa se prepara con harina de trigo y es dulce. La de mantequilla y azúcar es la más clásica de las crêpes.

La mantequilla salada es uno de los elementos esenciales de la cocina bretona. Las prósperas y verdes praderas bretonas tienen la particularidad de dar una leche perfumada y una mantequilla cremosa, salada con sal marina.

Su presencia es permanente y obligatoria en la mesa. Es la compañera inseparable del pan.

Ya se trate de galette o las crêpes, el sabor auténtico e inimitable de la mantequilla fresca salada es uno de los elementos más importantes de esta larga tradición culinaria.

¡Buen provecho!